viernes, 31 de agosto de 2007

“El baño del Papa”


Película: El baño del Papa
Dirección: Enrique Fernández y César Charlone
País: Uruguay
Año: 2007
Género: Tragicomedia

El papa Juan Pablo II está por visitar la ciudad de Melo, y los habitantes de esta ciudad no ven mejor oportunidad para vender comidas y bebidas para recaudar una suma importante de dinero, ya que se contaba con una presencia de 50.000 personas. La historia de este filme uruguayo se centra en la vida de los quileros y los sentimientos del pueblo de Melo en las horas previas a la llegada del papa. Más precisamente en la historia de Beto, quién decide construir un baño frente a su casa el cuál piensa alquilar. La historia es presentada como una tragicomedia. Aunque las risas son efímeras.

Si bien el papa llega, sólo 8.000 personas asistieron al evento, y por ende, fueron casi nulas las ventas. Como consecuencia de esto se profundizó la crisis y la pobreza entre los habitantes. A estos no les quedo otra que quedarse con el sentimiento amargo de ver derrumbarse sus ilusiones además de perderlo casi todo en menos de 24hs. Todo el esfuerzo y tiempo que les significó llevar a cabo los distintos puestos, es contrastado con la rapidez en la que los pocos visitantes se marchan, sin hacer uso de los “servicios”.

Quizá la imagen más insólita sea la que muestra a la única usuaria del escusado. Una vecina que se acercó para utilizarlo, y depositó unas monedas al retirarse, más allá de no haber escuchado el: “parcial o completo” de Silvia. Si tan sólo esa misma acción se hubiese repetido por parte de la mayoría de los visitantes, no sólo en el excusado, sino también en los distintos puestos, seguramente la historia tendría un final feliz. La Sylvia iría a Montevideo a la escuela de periodismo, y todos los anhelos de Beto, dejarían de ser anhelos para ser realidad. Aquella sárten no tendría más maíz sino que estaría llena de dinero. Todos tendrían una mejor calidad de vida. Pero la historia no es esa, sino que nos hace caer a tierra y darnos cuenta que no todo es color de rosa. Y que los finales felices rara vez pasan de verdad. De esta manera, Beto pierde la ilusión de hacerse rico; aunque no todo le juega en contra, ya que se gana el apoyo y el cariño de su hija.

Tanto el escritor como el guionista participaron del Feature Film Development Workshop en Miami organizado por la MPA Latinoamérica, el seminario Produire au Sud del Festival de 3 Continentes en Francia y las reuniones de co-producción Mannheim Meetings en el Festival de Mannheim, Alemania, entre otros.
El proyecto recibió no sólo apoyo a nivel nacional sino también internacional. Ganó el concurso de fondos FONA 2002 (Uruguay), obtenido el fondo de co-producción de IBERMEDIA 2003 (Iberoamérica) y ser finalista del fondo FONDS SUD 2004 (Francia). Además la película se presentó en el festival de Cannes .

La mayoría de los actores no son actores profesionales sino ciudadanos oriundos de la ciudad de Melo y Cerro Largo. Se seleccionaron por medio de un casting durante 15 o 20 días. Algunos de los seleccionados ya eran quileros. Esto puede ser una de las explicaciones a que los personajes sean de color o mestizos.

“La película tenía dos o tres texturas obligatorias: una era la del paisaje muy particular en esa zona, por las sierras de Aceguá, y Aceguá mismo; el otro era una cosa que debería sentirse como en la punta de los dedos, la materialidad de todo, la vida cotidiana de esa vida tan pobre; y lo otro era la textura de las caras, porque es muy difícil con actores profesionales que uno ponga la cámara y esas caras representen el lugar, que en este caso es Melo”, relató el director y guionista Enrique Fernández a el diario EL Espectador.

En la misma entrevista, Enrique Fernández expresó que la universalidad de esta película esta en que los personajes atraviesan situaciones emocionales. “Eso que sienten los personajes es lo mismo que sentiría cualquier familia en el mundo”, sostuvo el director y guionista. Troncoso el actor principal de la película expresó a EL Espectador que en Montevideo “cambia el grado de percepción de ciertas cosas, pero las esencias de lo que sucede en la película, la perseverancia y el deseo de mejorar sucede universalmente, sin duda”.

Se puede decir que la realidad de miseria, de los kileros y la aduana, la esperanza entre la pobreza y muchos de los chistes con doble sentido son profundamente uruguayos. Así también como la relación entre vecinos, la música de fondo, como el candombe, etc.

A modo de resumen creo que esta película debe de ir a verse, no sólo porque es uruguaya sino porque realmente lo merece, la historia es universal, y las imágenes espectaculares. Sin lugar a dudas el cine uruguayo esta encaminándose.


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